Al igual que ocurre en otros lugares, la mayoría de senderos y caminos rurales de Canarias han perdido su antiguo uso como vías de comunicación. Sin embargo, buena parte de estos caminos se usan por parte de residentes y turistas para practicar senderismo, lo que ha propiciado que se estén acondicionando y señalizando con vistas a mejorar el acceso al recorrido. Todas estas actuaciones facilitan la aproximación a estos entornos naturales, pero al mismo tiempo le imprimen cierto carácter artificial a la experiencia, transmitiendo de forma inevitable una vaga sensación de decorado al paisaje.